Barbacoas de gas: el calor que marca tendencia

Introducción

Conoce los 4 motivos para la entrada triunfal de las barbacoas de gas en casa. Antes solo las veíamos en las fiestas de barbacoas de los EE.UU., pero ahora también las encontramos en numerosas terrazas de aquí. Y con cada nueva temporada son más, pues sus usuarios están encantados y casi son incapaces de recordar la técnica de la barbacoa convencional.

1. Por fin: ¡espontaneidad en la barbacoa!

Una barbacoa a base de carbón vegetal debe planificarse minuciosamente: el consumo de carbón, el momento exacto para encender el fuego, el orden de los distintos platos a preparar, etc. Con una barbacoa de gas solo tienes que comprobar la bombona, abrir las válvulas y diez minutos más tarde ya puedes empezar a cocinar. Incluso se puede asar un solo filete. Algo impensable con una barbacoa de carbón vegetal.

2. ¡Control de la temperatura!

Las recetas pueden ser más sofisticadas y el cocinero mucho más exigente. Sin embargo, para una preparación refinada es imprescindible cumplir los intervalos de tiempo y de temperatura. Con la barbacoa de gas esto no representa ningún problema, mientras que con el carbón vegetal la cosa se complica.

3. ¡Más carne en el asador!

Mientras quede gas en la bombona, puedes seguir cocinando. No es necesario reservar una cantidad determinada de carbón candente. De hecho, hasta pueden presentarse invitados inesperados. Y quien tenga hambre, siempre tendrá la barbacoa de gas lista para asar.

4. ¡Fácil de limpiar!

No queda ceniza ardiendo, ni caen chispas en la terraza o el jardín: la combustión de la barbacoa se efectúa por pirólisis (como los hornos). Una vez fría, la parrilla debe limpiarse con un cepillo para barbacoa. Y no queda más que comprobar la bandeja que recoge la grasa y listo.

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