Sistemas de riego automático: tipos e instalación

Introducción

Para tener un buen jardín es muy importante un buen diseño del mismo, pero mucho más importante es hacer una buena elección del tipo de riego que necesitamos.

Tanto el diseño como la elección del riego nos garantizarán un óptimo crecimiento y desarrollo, tanto de las plantas como del césped, aportando el agua necesaria y optimizando los recursos.

Actualmente, con la preocupación que hay en la sociedad por el ahorro de agua y la sequía, se utilizan diferentes tipos de riego, dependiendo de la zona, el tipo de plantas, etc... Estos sistemas de riego intentan reducir el consumo y aumentar la eficiencia del agua.
Los tipos de riego más utilizados en jardinería son los siguientes:

  1. Riego enterrado: 1.1. Riego por aspersión y 1.2. Riego con difusores
  2. Riego por goteo
  3. Riego por exudación
  4. Riego con manguera
  5. Riego por nebulización

También hablaremos de uno de los complementos más utilizados a la hora de instalar un sistema de riego, y es el programador, que es el que hace que nuestro riego sea automático.

1. Riego enterrado

Este tipo de riego es el más común y utilizado junto al riego por goteo (que veremos más adelante). Se suelo utilizar para grandes superficies de césped y cultivos agrícolas, pero también para jardines particulares y comunitarios.

Las ventajas de un riego enterrado son numerosas, es muy práctica y segura, ya que está compuesta por una tubería enterrada y por difusores o aspersores emergentes. También es un riego muy eficiente ya que podemos crear diferentes circuitos e ir regando por partes. El riego es perfecto y también ahorramos agua.

Para empezar a instalar el riego enterrado debemos conocer la presión de agua que tenemos y el caudal. Si no tenemos presión podemos conseguirla gracias a una bomba de agua.
Para hacer que este riego sea automático debemos colocarle un programador y electroválvulas.

Después de todo esto debemos hacer un plano de nuestro jardín, saber dónde está la toma de agua, y saber cuál es el alcance de los aspersores o difusores para calcular cuántos nos harían falta, y si hay que hacer diferentes líneas (eso dependerá del caudal que tengamos. Después haremos las zanjas necesarias para introducir los tubos e iremos colocando los aspersores en el lugar que hemos diseñado. Antes de volver a tapas las zanjas debemos comprobar que la instalación se ha efectuado perfectamente y así evitar tener que volver a destapar.

Para realizar la instalación utilizaremos tubo de polietileno, de 20mm, 25mm y 32mm, y los racors que sean necesarios, tanto uniones, codos, tes, etc...

1.1. Riego por aspersión

El agua se aplica en forma de lluvia sobre toda la superficie por grandes aspersores. El agua llega hasta ellos por a través de tubos (subterráneos o no). Gracias a la presión el agua puede llegar a toda la superficie.

Este tipo de riego se utiliza para grandes superficies, entre 6 y 14 metros, dependiendo del tipo de aspersor y de la presión que tengamos.

Pueden ser aspersores emergentes, que son aquellos que se levantan con la presión, o móviles, aquellos que se conectan a la manguera y se van moviendo.

Es el riego más común para el césped.

1.2. Riego por difusores

Este tipo de riego es similar al riego por aspersión, pero un poco más desconocido. Los difusores son un poco más pequeños para poder utilizar en superficies más reducidas. Tienen un alcance de 3 a 7m. No realizan movimientos rotativos, actúan mojando un arco de riego de que se puede regular. Este tipo de riego se aplica de una forma uniforme, igual que los aspersores, pero con menos agua, esto hace que el riego se aproveche mejor y que exista una mayor humedad ambiental. La poca presión que necesitan hace que sea muy útil para plantas delicadas ya que no reciben mucho impacto del agua.

Con este tipo de riego se puede ahorrar hasta un 30% de agua con una eficiencia del 80%.

2. Riego por goteo

El riego por goteo se puede definir como “riego localizado”. El riego por goteo o riego gota o gota es un método de irrigación que permite una buena aplicación del agua. El agua aplicada de infiltra en el suelo regando directamente la zona que queremos regar a través de tubos y emisores.

El sistema de riego por goteo es instalado de una forma muy discreta y se puede ampliar siempre. Riego las plantas según las necesidades de cada una, ya que permite poner diferentes microaspersores dependiendo de la planta.

Las ventajas del riego por goteo son las siguientes:

  • Reduce la evaporación del agua a la hora de regar.
  • Permite automatizar el riego, con el consiguiente ahorro.
  • Se adapta fácilmente a los terrenos irregulares, rocosos o con pendiente.
  • Reduce el crecimiento de malas hierbas en las zonas no regadas.

Para comenzar a instalar un riego por goteo existen unos pack que tienen todo lo necesarios para instalarlo, después podemos ir aumentando según las necesidades, en Bauhaus disponemos de la marca Gardena y Saneaplast.

Este tipo de riego también es muy útil para el riego de macetas, balcones y huertos urbanos.

3. Riego por exudación

El riego por exudación, o riego exudante, consiste en colocar una manguera porosa que exuda agua a lo largo de toda su superficie. El agua exudada sale por los poros de la manguera y produce una humedad continua, ancha e uniforme. La principal ventaja de este sistema es que es la evaporación del agua es mínima y solo se suministra el agua necesaria.

En función de la planta que vayamos a regar podemos enterrar, semienterrar o dejar en superficie el tubo poroso. Si el tubo está enterrado la evaporación no se produce y el riego es más eficaz. Cuando se coloca en superficie se aconseja cubrir con un poco de sustrato.

Las piezas que se usan son similares a las que se utilizan en el riego por goteo, además de la manguera porosa de 16mm, existen diferentes longitudes e incluso puedes comprarla en nuestros centros Bauhaus a metros desde 1,99€/m.

Las ventajas del riego por exudación son las siguientes:

  • Ahorro de agua.
  • Alta uniformidad de la distribución del agua.
  • Alta resistencia física y química.
  • Es un sistema sencillo de instalar.

4. Riego por manguera

Este sistema es el más tradicional y es válido para cualquier tipo de planta. Consiste en conectar una manguera de PVC directamente en un grifo con la cual se puede regar manualmente con una lanza de riego, pistola o rociador. Existen diferentes tipos y medidas de manguera.

La desventaja principal de este sistema es que tiene un gasto excesivo de agua, además las plantas pueden regarse más o menos, con lo que es difícil calcular cuánto se ha regado cada una.

Disponemos de unas mangueras auto expandibles que hacen que se multiplique su longitud y poder llegar mucho más lejos a la hora de regar, pero que al recoger sea fácil de hacerlo.

Otro modelo de mangueras son las helicoidales, muy útiles para terrazas y patios.

5. Riego por nebulación

Este tipo de riego se utiliza más para refrescar el ambiente y que no haga tanto calor que para regar, aunque también es muy útil como tipo de riego.

La nebulización produce niebla fina, ya que el agua sale a través de unos orificios de pequeño diámetro, de forma que el chorro producido se topa con una pared cóncava que lo distribuye de forma nebulizada.

Se puede utilizar para aumentar la humedad relativa de un invernadero, también para aplicar tratamientos automatizados como los abonos foliares o fitosanitarios.

Este sistema permite ajustar el caudal y el tamaño de la gota combinando diferentes boquillas.

En BAUHAUS disponemos de un kit de iniciación muy práctico para empezar a instalar este tipo de riego.

Para hacer que cualquiera de estos tipos de riego, a excepción del riego con manguera, sean automáticos debemos instalarle un programador o electroválvulas, así lo convertiremos en sistemas de riego automatizados.

El programador será el encargado de la apertura y cierra de las electroválvulas según las ordenar de nuestro programador.

Para elegir un buen programador hay que tener encanta, el número de sectores a regar, tipo de las electroválvulas, si disponemos o no de corriente eléctrica.

Los programadores se dividen en dos tipos, los eléctricos y los autónomos o a pilas.

Los programadores eléctricos normalmente se instalan en mural, del cual parten los cables que alimentan las electroválvulas del sistema de riego. Las electroválvulas son dispositivos que controlan la circulación del agua en función de la información que nosotros le detallamos.

Los programadores autónomos se ubican, normalmente, a continuación del grifo. Tienen la electroválvula incorporada. Suelen tener 1 o 2 salidas. Dependiendo del programador tiene diferentes programas.