Cocinar en la placa adecuada hará que tus platos queden aún más exquisitos.

 

Las placas de cocción tienen una de las funciones más esenciales en una cocina, por lo que es importante elegir la que más se ajuste a tus necesidades. Hay que tener en cuenta los hábitos a la hora de cocinar, el tipo de cocina, el espacio con el que se cuenta y los hábitos de limpieza.

 

Existen tres tipos de placas de cocción, que puedes encontrar en BAUHAUS:

 

- De gas: usan quemadores con llama, por lo que calientan más rápidamente. Esta opción es la más tradicional y la que menos energía consume. Además, permite cocinar en cualquier tipo de recipiente. En su contra, es más difícil de limpiar que una placa eléctrica. La mayoría están fabricadas con acero inoxidable pero también existen encimeras de gas con base vitrocerámica.

 

- Vitrocerámica: usan electricidad para realizar su función. Se puede cocinar con la mayoría de recipientes, excepto los de barro. Además, son muy fáciles de limpiar ya que con un trapo y el producto adecuado, enseguida desaparece la suciedad. Si no, se puede usar una rasqueta especial para superficies de cristal. Las placas de vitrocerámica permiten usar el calor residual para seguir cocinando, lo que conduce a un ahorro de energía.

 

- Inducción: es la opción más segura, ya que calienta los alimentos por campos magnéticos, con lo que la placa no se calienta. También son fáciles de limpiar, ya que lo que se calienta es el recipiente; por eso los alimentos derramados no se queman. Calientan rápidamente y consumen menos electricidad que las placas vitrocerámicas pero no permiten cocinar con cualquier recipiente. Sólo se pueden usar aquellos recipientes que así lo indiquen o que permitan que un imán se les pegue a la base.

 

Las placas tienen entre una y cinco zonas de cocción, aunque las nuevas tecnologías han permitido crear placas que combinan zonas, por lo que ofrecen la opción de cocinar en recipientes de más capacidad y/o de formas más alargadas.