Cómo elegir el emisor térmico en función de nuestras necesidades
Podemos encontrar 3 tipos diferentes:
Emisores térmicos secos
Son especialmente recomendados para usos de 2 a 4 horas diarias.
Están construidos por un cuerpo de aluminio en su interior de inyección, lo que permite un calor directo e instantáneo a través de la resistencia eléctrica, lo que hace que el equipo tenga un rendimiento óptimo y homogéneo total de temperatura en su superficie.
Emisores térmicos de fluido
Son especialmente recomendados para usos de 5 a 8 horas diarias.
Los emisores térmicos con tecnología fluida están construidos por un cuerpo de aluminio de inyección, llevan una resistencia blindada y un fluido termo-conductor de alta transferencia térmica, que reparte de forma uniforme el calor, una vez apagado mantiene su temperatura durante una hora. Consumen un 20% menos que los emisores secos.
Emisores térmicos cerámicos
Son especialmente recomendados para usos de más de 8 horas diarias.
Los emisores térmicos cerámicos son los que consiguen mayor inercia térmica gracias al material cerámico de su interior, siguen generando calor bastante tiempo después de haber alcanzado la temperatura deseada sin consumir más electricidad.