Características de suelos laminados y suelos vinílicos
Andrea Rodriguez de BAUHAUS Tarragona nos explica qué tener en cuenta para elegir entre un suelo laminado o un suelo vinílico.
¿Qué tener en cuenta antes de elegir suelo laminado o vinílico?
Si vas a cambiar o instalar un nuevo suelo en tu hogar antes de elegir un suelo debes tener en cuenta:
- El tipo de uso que se le va a dar. Es un factor principal a tener en cuenta, ya que según su uso tendremos en cuenta unas características u otras para elegir el producto adecuado.
- Son dos productos que siempre que queramos cambiar el suelo de nuevo, con ninguno de los dos tendremos problema, ya que son fáciles de instalar y a su misma vez, fáciles de quitar. Por lo tanto, no nos supondrá ningún problema el hecho de querer innovar de la cerámica al suelo laminado o vinílico y luego poder tener la oportunidad de volver a tener el anterior.
Suelos laminados
Los suelos laminados son una excelente opción para transformar un habitáculo de una forma rápida con una muy buena relación calidad/precio, además, de una buena estética y capacidad decorativa.
El suelo laminado, normalmente consiste en una base de fibras de madera prensada de alta densidad (HDF) sobre la que se coloca un papel decorador imitación a madera y, encima del cual, se aplica una capa (overlay) a base de resinas para proporcionar dureza así como, resistencia al desgaste y, a veces, a las quemaduras.
La capa que se aplica por encima es a partir de la cual se establece un valor en la escala AC dando información sobre la resistencia a la abrasión. La valoración va desde un AC3 para un suelo de uso cotidiano pero sin mucho trajín a un AC5 para un uso más comercial. En algunos casos podremos encontrarnos un AC6 para un uso mucho más intenso.
Los podemos encontrar con una amplia variedad de clasificaciones al uso, que van desde el básico (Clase 31-AC 3) hasta el de alto (Clase 33–AC5).
Ventajas de los suelos laminados
- Son una opción duradera gracias a la calidad del tipo de lama y la capa protectora exterior.
- Fácil instalación gracias a los sistemas de instalación tipo Just Clic junto con el tablero HDF que le confiere una gran estabilidad.
- Fácil limpieza y mantenimiento. Una simple mopa o aspiradora son más que suficientes para el mantenimiento diario. Y periódicamente una fregona con poca agua y productos no abrasivos.
- Son Hipoalergénicos y antibacterianos.
- Confort. Crea una sensación de bienestar aportando un ambiente acogedor. Además, facilita la acción de ir descalzo aportando una sensación de liberación y comodidad.
- Durabilidad. El suelo laminado suele ser bastante más duro que la madera y no requiere tantos cuidados, además de ser, en la mayoría de los casos, mucho más económico.
Factores a tener en cuenta de los suelos laminados
- No son aptos para la instalación en zonas de exterior o en zonas donde la humedad esté presente.
- No es madera maciza. A diferencia del parquet, aunque pueda confundirse con madera maciza, no lo es.
- Reparación. No se puede reparar. Si se astilla una lama o se deteriora una junta habrá que sustituir la pieza dañada por uno de la misma tonalidad. Por ese mismo motivo, siempre aconsejamos llevarse un poquito más de la cuenta por si algún día tenemos que recurrir a cambiar alguna pieza deteriorada para que no nos cambie la tonalidad del color de nuestro suelo laminado.
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Suelos vinílicos
Los suelos de vinilo se componen de varias capas, uno de los factores que determinan su calidad y precio. Puede encontrarse en lamas autoadhesivas o lamas con sistema de unión clic. Se instala directamente sobre el suelo anterior sin estropearlo.
Ventajas de los suelos vinílicos
- Recomendado para zonas con gran humedad, ya que es 100% hidrófugo.
- Alta absorción acústica, sobre todo si se instala con una base aislante de alta densidad.
- A nivel de resistencia al fuego, se suele comportar mejor que los laminados, debido a que es “Bfl – s1”.
- Éste material es fácil de instalar y desinstalar.
- Clasificación de tipo comercial, por lo tanto son característicos la resistencia y la dureza.
- Comodidad en el andar. A diferencia del laminado, el suelo vinílico dispone de la posibilidad de solicitarlo con una capa extra de amortiguación para hacer mucho más cómoda tu sensación al andar.
- Limpieza. Con un simple trapo húmedo lo dejaremos como nuevo. De todas formas, también hay productos especializados para un mejor cuidado de estos suelos.
- Alta resistencia y dureza. Si la capa de desgaste escogida no es de un grosor adecuado, con el paso del tiempo terminará desapareciendo su brillo y será necesario aplicar soluciones varias para devolverle su estado inicial.
- Higiénico y seguro. Ideal para niños. Su composición impide el crecimiento de hongos y bacterias, lo que lo hace estupendo para suelos de habitaciones infantiles y sobre todo para lugares con humedad constante.
- Igual que el suelo laminado, impiden la acumulación de ácaros, son por lo tanto, hipoalergénicos y a su misma vez, hacen de aislantes de la electricidad estática.