Para disponer de un amarre seguro, deberemos elegir adecuadamente en función de la eslora de nuestra embarcación:
Nuestras defensas, estas deberán ser del tamaño y número adecuado, aproximadamente de 1,5 centímetros de diámetro por cada metro de eslora, en el caso de las defensas cilíndricas.
La colocación de las defensas, se realizara en la manga máxima de las bandas de nuestra embarcación y a una altura media de la línea de flotación.
También podremos proteger la proa de nuestra embarcación del muelle, utilizando una defensa de media luna.
Los cabos que emplearemos para los largos al noray del muelle, serán generalmente de poliéster o poliamida y deberán contar a ser posible, con elementos elásticos o amortiguadores que aminoren la tensión de los mismos, como por ejemplo muelles.
Para finalizar, siempre deberemos contar abordo con unos metros de cabo destinados a servir de remplazo a nuestras amarras ante una posible rotura de las mismas. Y deberemos sustituirlas antes de su rotura en función del grado de deterioro de las mismas.
La responsabilidad de un buen amarre no solo es necesaria para la seguridad de nuestro barco, sino también como garantía de buena vecindad con nuestros vecinos de pantalán.