1- Protección con una funda

Siempre es preferible que cubras la barbacoa con una funda protectora durante la noche, o incluso durante el día en caso de que haya mucha humedad o lluvia. Es importante que dejes un espacio entre la funda protectora y la barbacoa que permita una ventilación adecuada y así evitar la condensación de agua.
2- Almacenamiento en un lugar protegido
Durante las temporadas en las que no utilices la barbacoa, es preferible almacenarla en un sitio fresco, bien ventilado y sin calefacción central.
3- Limpieza con productos adecuados
Es recomendable seguir siempre los consejos de limpieza según las instrucciones de mantenimiento del fabricante. No deberías utilizar detergentes fuertes ni productos abrasivos, disolventes o limpiadoras a presión para limpiar tu barbacoa.