1. Hormigonado de los postes

Coloca el toldo en la posición en la que quieres colgarlo. Traza una línea imaginaria de entre dos y tres metros desde el centro hacia las esquinas del toldo. Marca los puntos donde termina la línea: ahí es donde van los postes.


Cava agujeros (de unos 40 cm de profundidad) para los soportes en los puntos marcados, coloca un tubo en cada agujero y presiónalo ligeramente para clavarlo en el suelo. Ahora alterna una capa de hormigón y otra de agua. Ve llenando los agujeros de hormigón hasta llegar a unos ocho centímetros por debajo del nivel del suelo.

Una vez llegado este punto, puedes introducir los tubos en vertical o inclinarlos entre 10 y 15 grados hacia fuera. Al cabo de dos o tres días, el hormigón se habrá secado y podrás cubrirlo hasta llegar al nivel del suelo con la tierra y los panes de césped que habías retirado para dejar los tubos al ras.
Atención: los tubos hormigonados con inclinación ofrecen una mayor resistencia al viento.
2. Montaje de los mástiles


Perfora la pared del tubo de acero galvanizado en un extremo del mástil con una broca de 9 mm e introduce un tornillo con anilla. Fija el tornillo por dentro con una arandela y una tuerca. ¡Aprieta bien!

Una vez preparado el mástil, introdúcelo en el soporte hormigonado del suelo.
3. Colocación y tensado del toldo

La cuerda y la tornillería necesarias para sujetar el toldo a los mástiles deben ser de alta calidad, ya que en ocasiones el toldo debe soportar vientos fuertes. Para el montaje necesitas un cabo de escota, mosquetones de acero inoxidable, un tensor de acero inoxidable y los tornillos con anilla de acero inoxidable que ya has utilizado antes.


Para que los cabos tengan la longitud correcta, debes cortarlos debidamente: envuelve el cabo con cinta adhesiva, córtalo con una cuchilla afilada y, por último, remata los extremos. A continuación, anuda unas presillas en los extremos. Cuando hay una carga, estas se contraen, pero en caso necesario se sueltan fácilmente.


Ahora cuelga las presillas en el tensor y este, en el tornillo con anilla del mástil. Ya solo queda enrollar el cabo en el tensor y, así, tensar el toldo.