El ventilador de pared ofrece la ventaja de que no tendrás que preocuparte por el espacio. Gracias a su soporte para fijarlo y colocarlo en la pared, podrás aprovechar mejor el espacio de tu hogar u oficina y sin que obstaculice el paso. 

 

Refrescar el ambiente en verano con un ventilador es la forma más económica de hacerlo. A diferencia de otros sistemas que tienen un mayor consumo eléctrico, estos son mucho más eficientes. Además su instalación es rápida, sencilla y segura. 

 

Para elegir la mejor ubicación para el ventilador de pared, tendrás que intentar abarcar la máxima superficie posible. Para conseguir la mejor eficiencia hay que tener en cuenta la estancia que queremos cubrir y decidir cuál es la mejor zona para la instalación. Actualmente la mayoría de ventiladores son oscilantes por lo que cubren 180 grados y eso facilita la instalación.  No se recomienda colocarlo en una esquina de la habitación porque el flujo del aire se puede ver entorpecido. 

 

Otro elemento a tener en cuenta es el nivel de ruido del ventilador. Hay que tener en cuenta que cuando seleccionas una velocidad más alta las aspas se mueven más rápido y eso produce un ruido mayor. Por eso, conviene seleccionar la velocidad más adecuada a cada situación. Por ejemplo, para ir a dormir, deberás elegir la mínima velocidad y así reducir el ruido.

 

La principal ventaja de estos dispositivos es que son más eficientes que otros aparatos de ventilación. Esto es así porque consumen menos electricidad mientras están en funcionamiento.  El consumo energético va en proporción a la potencia y a la certificación energética del ventilador.

 

El diseño de las aspas y el número de velocidades que pueda tener el ventilador es un factor importante porque influirá en el caudal de aire que producirá. Lo ideal es un modelo con 3 velocidades para adecuar la potencia a la época del año y la situación. 

 

Además, actualmente cuentas con una gran variedad de modelos que te permitirán una mejor adaptación tanto al estilo como el espacio de tu hogar.